lunes, 5 de enero de 2009

Capítulo IV. OMNIPOTENCIA DE UNA MINORÍA 6.000 INFLUYEN EN SEIS MIL MILLONES


Este es un extracto del libro de Salvador Borrego E., disponible en la web gracias a kamaradas comprometidos con la difusión de la verdad; Corresponde a la obra "Acción Gradual" 2ª Edición Actualizada; Lo posteamos porque su gran poder de sísntesis de lo que esta ocurriendo hoy por hoy en este miserable supermercado de proporciones planetarias. Pronto seguiremos publicando mas extáctos de su obra cumbre "Derrota Mundial". En la foto, uno de los criminales mas grandes de la humanidad: El banquero Intyernacional, el causante de todas las guerras.

Capítulo IV.


OMNIPOTENCIA DE UNA MINORÍA 6.000 INFLUYEN EN SEIS MIL MILLONES
Una insignificante minoría de cosmopolitas, con suficiente dinero, vastos medios informativos y adecuadas posiciones estratégicas basta para configurar el presente y el futuro de seis mil millones de habitantes de la Tierra. Así de fantástico, y así de exacto matemáticamente.

Esos seis mil Influyentes" sólo significan el 0.000006 en toda la humanidad.

¡Únicamente 6 MILLONÉSIMOS!... Sin embargo, son los que conducen la historia.

Ellos han configurado el Plan de Globalización y lo van imponiendo. Engañar es una de sus armas fundamentales. Como un ejemplo del poder del engaño tenemos el caso de Polonia (la de 1939), donde un puñado de políticos, de masones y de propietarios de medios informativos pudo convertir en Guerra Mundial lo que iba a ser una guerra restringida entre Alemania y la URSS. Entre Hitler y Stalin.

UBICADA ENTRE DOS FUERZAS OPUESTAS

Durante los últimos ochocientos años Polonia sostuvo diez guerras contra los rusos y seis contra los alemanes. En 1918, aprovechando la Primera Guerra Mundial, el líder polaco José Pilsudski liberó a su país de la dominación rusa. Tres años después (recién formada la URSS), los comunistas soviéticos invadieron a Polonia y estuvieron a un paso de conquistarla, pero casi milagrosamente fueron derrotados por el general Pilsudski.

El mariscal soviético Tukhachevski comentó: "De haber ganado esa guerra la conflagración no se hubiera detenido en las fronteras de Polonia. Como una tormenta abrumadora hubiera arrasado con la Europa Occidental" (1)

PRECARIO EQUILIBRIO: ¿CON MOSCÚ O CON BERLÍN?
El Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, mutiló, suprimió y creó naciones. A fin de darle a Polonia una salida al mar formaron un "corredor" con territorio alemán, de tal manera que partieron a Alemania. Toda su provincia de Prusia (con cuatro mitones de habitantes) quedó separada del resto.

Tal vez ya entonces existía el propósito de que Polonia quedara interpuesta entre Alemania y la URSS, y de que Alemania no tuviera frontera con el creciente Imperio comunista.

(1) La Batalla de Varsovia, 1920. Gral. J. F. Fuller.

Disfrutando del apoyo del presidente Wilson, de Estados Unidos, el comunismo sometió por la fuerza a diez países con 50 millones de habitantes (en cinco millones de kilómetros cuadrados), y proclamaba que su régimen lo impondría a todos mediante la Revolución Mundial.

En 1933 Hitter llegó al poder, en Alemania, y prácticamente desde ese momento ya existía una guerra no declarada contra la URSS, pues años antes la anunció en su libro "Mi Lucha."
PASOS EN FAVOR DE LA RECONCILIACIÓN

Hitler inició inmediatamente contactos con el mariscal Pilsudsky, jefe nato de Polonia, para resolver problemas fronterizos. Particularmente, quería que a través del "corredor polaco" (que desembocaba en la ciudad alemana de Danzig) se le permitiera construir un ferrocarril y una carretera para comunicar a Alemania con su provincia de Prusia. Esto era indispensable -además- a fin de situar bases cerca de la frontera soviética, según su plan de invasión.

Polonia se hallaba en medio de los dos gigantes que caminaban hacia un choque colosal. ¿Qué actitud iba a tomar Polonia?

El marisca) Pilsudski mostró simpatías por Hitler y el 26 de enero de 1934 se logró una Declaración Conjunta, germano-polaca, como signo de reconciliación. Se estaba operando un giro decisivo. Pero el mariscal Pilsudski murió un año después, en 1935. En su lugar quedaron el profesor Moscicki, como jefe del Gobierno; el coronel Beck como ministro de Relaciones y el mariscal Smigdly-Rydz como jefe del ejército.

Los tres empezaron inmediatamente a convertir a Polonia en una trinchera avanzada de la URSS. Los medios de comunicación alentaban al pueblo en contra de la reconciliación germano-polaca.

El escritor judío Dr. Litauer publicó en 1938 que entre los 15 grandes magnates de Polonia, 11 eran judíos; que éstos constituían el 62% del comercio y controlaban la prensa (mediante la publicidad).
Jedrzel Giertych dice: "Polonia, como país real en 1935 era una nación católica. Pero el país real era masónico". (1)

De esa manera fracasaron todos los intentos alemanes por ganarse la amistad de Polonia y obtener un paso para invadir a la URSS.

Inglaterra y Francia alentaron al régimen polaco para que rechazara todas las propuestas de Hitler. Le ofrecieron empréstitos y le dieron la garantía de que, si Alemania la atacaba (para un ulterior ataque a la URSS), entrarían en guerra contra Alemania.

El 28 de abril de 1938 Hitler habló ante el Reichtag: "Siempre he considerado la necesidad de un acceso al mar para Polonia, pero considero también necesario exponer al gobierno de Varsovia que
(1) "Polonia, Católicos Contra Masones". Por Jedrzel Giertych.

en la misma medida en que Polonia necesita un acceso al mar, Alemania necesita un acceso a su provincia del Este." A continuación proponía nuevas negociaciones. Todo fue inútil. Polonia contestó haciendo una movilización para reforzar su ejército.

El Papa Pío XII propuso una conferencia de cinco naciones, en las que el Vaticano actuaría como mediador (1 de mayo de 1939). El gobierno francés contestó que la propuesta papal era "inoportuna". El jefe polaco dijo que necesitaba tratar el asunto con París y Londres. El gobierno inglés dijo que el Papa ofreciera sus buenos oficios primero a Alemania, a Polonia, a Italia y a Francia, y que después se dirigiera a Londres.

En Polonia se concentraban 40 divisiones (400.000 hombres) y la prensa publicaba que en Alemania había descontento contra Hitler y que, en caso de una guerra, las tropas polacas llegarían fácilmente a Berlín.

El 24 de agosto el Papa pío XII hizo otro llamado para que se iniciaran negociaciones, pero Beck acababa de notificar a Berlín que Polonia "no tiene nada qué negociar sobre el Corredor ni sobre nada."

¿Beck era tan torpe que no se daba cuenta de que Polonia estaba siendo usada en provecho de la
URSS? ¿O se daba cuenta y no te importaba la suerte del pueblo?

Hitler lanzó la invasión de Polonia el primero de septiembre (1939), y horas después recibió la declaración de guerra de la Gran Bretaña y de Francia. Desde lejos, el presidente Roosevelt alentaba el nacimiento de la Segunda Guerra Mundial.

Así el comunismo no tendría qué vérselas a solas contra el Nacional Socialismo. De lo contrario, hubiera sido derrotado en cuatro meses.

El ejército polaco fue vencido en 15 días. Los jefes huyeron a Inglaterra y no quisieron declarar a Varsovia "ciudad abierta", sacrificándola a ser tratada como fortaleza de línea de combate.

La mitad de Polonia, aún no ocupada por los alemanes, fue invadida por los soviéticos. Pero a éstos no se les recriminaría nada.

El Ejército Rojo recibió la rendición de 250.000 polacos y los llevó a la URSS. La mayoría fueron enrolados como combatientes soviéticos, en tanto que más de 15.000 oficiales y profesionales (médicos, abogados, jueces, catedráticos) fueron asesinados de un tiro en la nuca, en los bosques de Katyn. ¿La justificación?.. Que "eran inasimilables", según lo calificó Stalin.

COMBATIENDO 5 AÑOS EN FAVOR DEL COMUNISMO

El derrotado ejército polaco formó grupos secretos al mando de los generales Rowecki, Sosnkowski y Tadeusz Komorowsky ("Bor"), con depósitos ocultos de armas y explosivos, y se lanzó a la "Resistencia". Esta consistía en atacar las líneas de comunicaciones y sabotear a las tropas alemanas que marchaban contra la URSS.

En octubre y noviembre de 1941 (en plena ofensiva hacia Moscú), los polacos realizaron diez mil sabotajes en la retaguardia alemana. Se utilizaba hasta a los Boy Scouts para no despertar sospechas. (1) Paralelamente se fundó la Organización Militar Judía, auxiliada por la Resistencia polaca con anuas y explosivos. Miles de judíos de Varsovia llegaron a realizar un gran levantamiento.

En el quinto año de guerra el general Komorowski tenía 380.000 "activistas". Unos se hallaban infiltrados en la administración civil y otros realizaban sabotajes en la retaguardia alemana. Tan solo durante el primer semestre de 1944 dañaron 6.930 locomotoras y 19.000 vagones.

El primero de agosto (1944) Komorowski lanzó un poderoso ataque con 40.000 hombres, contra la guarnición alemana de Varsovia. Así sería comprimida entre dos fuegos: por el oriente estaban ya muy cerca los soviéticos y por el poniente los polacos.

De ventanas, puertas, azoteas (incluso de alcantarillas) salían combatientes. Edificios y casas se convirtieron en trincheras, como lo había sugerido Radio-Moscú. Luego el fuego cruzado fue produciendo ruinas por todo Varsovia. El asalto se había preparado con tan estricto secreto que tomó de sorpresa a los alemanes y padecieron grandes bajas.

Algunos comandos polacos se disfrazaron de alemanes de las S.S., y crearon mayor confusión. Otros usaron brazaletes que los identificaban como combatientes polacos, ya no secretos.

El general Bor (Komorowski) calculaba que podía triunfar en pocos días. En los primeros combates varias unidades alemanas perdieron la mitad de sus efectivos. El general Von dem Bach tuvo que echar mano del personal de tierra de la Luftwaffe y de trabajadores de intendencia.

El jefe polaco dice que el millón de habitantes de Varsovia estaban jubilosos porque los aliados avanzaban en Italia y en Francia, porque los bombardeos destruían industrias y ciudades alemanas y porque los soviéticos se hallaban al otro lado de un río, a 16 kilómetros de Varsovia.

Se esperaba que atacaran de un momento a otro para destrozar a los alemanes entre dos fuegos.
Entretanto, los polacos presionaban con todas sus fuerzas. Hicieron enlace con los judíos del Ghetto y ejecutaron a los guardias alemanes. Pero... los soviéticos no atacaban. La situación de los polacos fue haciéndose más comprometida conforme los alemanes pasaban al contraataque.

A los 17 días de combatir, el comandante alemán, general Von dem Bach, le pidió su rendición al general Komorowski (Bor), pero éste no contestó. El premier polaco Mikolajczyk (en Londres) alentó a sus compatriotas de Varsovia para que prosiguieran la lucha.
El odio suele ser más fuerte que la razón.

En el trigesimoquinto día de lucha, los alemanes ofrecieron una tregua para retirar cadáveres y para que los civiles polacos pudieran salir de la zona de fuego, donde vivían en condiciones espantosas. El general alemán Rohr propuso un armisticio, pero le fue rechazado. En el cuadragésimo día de combate Rohr insistió en la oferta de armisticio honroso, y el general Bor no contestó, en espera de que los soviéticos atacaran.

(1) Historia de un Ejército Secreto. Gral. Bor Komorowski, comandante de la Resistencia.

A los 54 días de combate el comandante alemán, general Von dem Bach, le mandó decir al comandante Bor que su lucha estaba perdida y que capitulara Bor no resolvió nada.
Por fin, a los 62 días de lucha, el general Bor aceptó capitular ante el general Von dem Bach, "quien elogió el valor de los polacos -dice Bor- y mencionó las serias dificultades en que pusieron a los alemanes... Von dem Bach ofrecía tratar a los combatientes polacos como prisioneros de guerra, sin juzgarlos como activistas políticos."

El jefe alemán invitó al general Bor a una comida, pero éste no aceptó. Sólo accedió a una entrevista, la que relata así: "Expresó -el general alemán- su condolencia por nuestra suerte. El pueblo polonés no podía hacerse más ilusiones -dijo- acerca de la Rusia soviética. Alemania y Polonia se estaban enfrentando ahora a un peligro común. Ambas naciones debían olvidar sus querellas... Agregó que Alemania ganaría la guerra con las nuevas armas (como la V-2, los aviones de propulsión a chorro, los submarinos eléctricos y los misiles)."

El general polaco contestó que no variaba su actitud y que seguía considerándose en guerra con
Alemania.

Dice el general Komorowski (Bor) que los alemanes tuvieron 26.000 bajas y los polacos 22.000.
En un campamento, ya en Alemania, el general Bor comentó en sus memorias: "Me trataban, he de admitirlo, como a un general... Ahí fue donde yo y los míos recibimos el golpe más duro de toda la guerra. No de nuestros enemigos, sino de aquéllos a quienes considerábamos nuestros mejores amigos. Este golpe fue la conclusión del Tratado de Yalta... Polonia era entregada a la URSS como un miembro servil del Kremlin. Lo menos comprensible era que los Aliados hubieran dividido y condenado a la esclavitud a su más fiel y viejo aliado. Pisotearon todos los principios."
DESVIARON EL RAYO QUE IBA A FULMINARA LA URSS

Mediante los arrullos de la Acción Gradual, Polonia fue lanzada a combatir al enemigo que no era, en favor del amigo que tampoco era tal amigo. Pilotos, infantes, descifradores de claves, espías y saboteadores polacos combatieron más de cinco años contra los alemanes. A cambio sólo consiguieron sufrir matanzas a manos de los soviéticos, tanto en Katyn, en 1939, como en Varsovia al terminar la guerra.

Consiguieron que el comunismo tos dominara como esclavos durante más de cuarenta anos y que les quitara territorios.

Así se les pagó el gran servicio que prestaron en 1939, al desviar el rayo de la guerra que iba a fulminar a la URSS en cuatro meses.

Si en el comunismo hubiera algo que no fuera "intrínsecamente perverso", al terminar la guerra hubiera enaltecido a Polonia -como su benefactora- en vez de esclavizada.

Parafraseando adversamente la arenga que en 1920 el mariscal Pilsudski dirigió a sus tropas que vencieron a los invasores comunistas, ahora podría decírseles a los polacos:

"Se ha desperdiciado vuestra sangre. Fue en vano vuestra fatiga. Se malgastó la muerte de los que se quedaron sepultados."

El 0.000006 de la humanidad sí puede engañar al resto. Pero... temporalmente. Su tiempo se va agotando.

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